sábado, 10 de agosto de 2013

¿LA HAMBURGUESA QUE ACABARÁ CON EL HAMBRE EN EL MUNDO?

Esta semana se ha ofrecido la noticia en todo el mundo de la creación de una hamburguesa artificial.




El proceso científico es una ramificación más de todos los avances que estamos viendo en los últimos años a partir del trabajo con células madre. Ahí tenéis uno de los muchos infogramas que han aparecido estos días por todos los medios de comunicación explicando el proceso de creación.



Y ahí tenéis los beneficios ecológicos inmensamente a favor de esta hamburguesa respecto a la de la vaca convencional.



Es cierto que la hamburguesita de marras ha costado 250.000 euros, pero a nadie se nos escapa que ahora el invento se le hace pasar por una cadena de producción masiva y unos cuantos inventos intermedios y ¡zasssss! tenemos la producción masiva de carne a un precio menor y con mínimo consumo de recursos.

Dejamos volar la imaginación y la cordura y ¡zassss! nos encontramos en un mundo futuro que gracias a este invento y alguno más de este estilo a acabado con la mayor lacra y vergüenza de nuestra civilización: la persistencia a estas alturas de la historia del hambre sufrida en el mundo por parte de millones de seres humanos.

¡Pues no señores! cojan la aguja y pinchen el globo que contiene ese sueño. Por más que se aventuren a relacionar este descubrimiento u otros equivalentes (por ejemplos las "maravillas" de los cultivos trasgénicos) nada tiene que ver con la solución de la tragedia humana.

Este tipo de asuntos cotizan en bolsas distintas.

El hambre, la pobreza, el analfabetismo, ciertas enfermedades endémicas... poquísimo tienen que ver con los avances tecnológicos o con la ciencia. Tiene que ver con la política y las relaciones sociales. Y por lo que sea (a mi personalmente se me escapa) en eso qué poquito hemos avanzado e incluso cuánto hemos retrocedido.

Nunca ha sido un problema de escasez de recursos (aunque desde hace varios años ya también lo es) sino de estilo de vida y de políticas de reparto.

Ante los avances maravillosos de la ciencia, todos los avances de relaciones humanas los dejamos en manos de una legislación que pocos llegan verdaderamente a entencer: las leyes del mercado. Así nos pinta a todos con nuestras nuevas creencias cuasi-religiosas: el mercado y el avance tecnológico.

Feliz sábado, sabadete... se me comporten.
Saturnino

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