domingo, 22 de enero de 2012

LA QUE NOS VIENE

Las modas son así y qué se le va a hacer.
Las modas de los adolescentes y jovencitos están hechas para poder marcar distancias y poner de los nervios a los viejetes.
Y como yo ya estoy dentro de ese último grupo, desde hace mucho que aprendí a hacer que me resbale cualquiera de las últimas extravagancias que se le ocurran a algunos o la mayoría de los niñatos.
El pasar de todo ello no significa que no deje de asombrarme y no deje de darme golpecitos en la sien diciendo eso de “están locos estos romanos”.



Primero comenzó el atractivo por autotorturarte y clavarte hierrecitos por todas las partes del cuerpo. Ya sabemos que si a alguien se le obligara a ello el caso llegaría a tribunales internacionales de derechos humanos… pero como es “voluntario” y está de moda… pues ¡hala a taladrarse!
Yo que me opuse en casa a que le hicieran a la niña los agujeros de las orejas (al final perdí, claro está) ahora tengo que aguantar que los mozos me pidan permiso para agujerearse complementariamente… hasta encontrarme que ya vienen taladrados sin permiso.





Luego la manía de ponerse la gorra en todo momento y a todas horas. Lógico para protegerse del sol, pero noooooo, da igual, si el día es de niebla el niño lleva la gorra incrustada
Pero de toda la vida cuando uno entra en una casa, en un local, en la clase… uno se quita lo boina… pues no ahí tienen los mozos la gorra en todas partes al aire libre o aire encerrado (ya dudo si no la tiene pegada con loctite).

 


Desde hace unos años tenemos la moda realmente idiota de ir enseñando los calzoncillos. ¡Pues nada, hombre, si no tienes ni pizca de orgullo, vete bajando los pantalones en cualquier situación!







La última que ya está en los Estados Unidos y por tanto días faltan para verla por acá es la de ver a los adolescentes en las clases y en la calle en pijama y zapatillas de andar por casa.
¡A aguantarlos!, si puede pedirse algo, al menos que cuando vengan ya se hayan lavado los dientes.
En dos días Zara se ha forrado con nuevos modelitos de pijamas para ir por la calle...¡ya lo veremos!




¡Qué pase la próxima! ¿Cuál será?

Feliz sábado, sabadete… se me comporten
Saturnino

1 comentario:

ÉRIKA dijo...

Vaya tontería. Si la gente se preocupara menos en cómo y por qué otras personas hacen esto o aquello y se preocuparan más por cosas importantes, el mundo iría un poquito mejor. La moda, en la mayoría de los casos, es efímera pero hay nuevas tendencias que ya forman parte de filosofías de vida que algunas personas adoptan. Yo llevo pierncings y tatuajes, muchas veces los pantalones caídos y aquí estoy, como cualquier otra persona que no lo hace, estudiando y trabajando.
Ya se sabe desde muy antiguo que todo fluye y, por lo tanto, la vida evoluciona y cambia y con ello, las modas y formas de vida. Sólo hay que mirar hacia atrás para ver que no hay ninguna época en la que únicamente se hicieran las cosas por necesidad (como ponerse una gorra sólo cuando hace sol), precisamente los piercings y tatuajes son tan antiguos, mucho más que la norma social de protocolo de quitarse la gorra en lugares cerrados, de lo que estoy en contra que sea obligatorio. O la tendencia, (que doy gracias... a lo que sea, se va mitigando) de no contratar para empleos a gente con piercings o tatuajes, cuando abundan sinvergüenzas con únicamente traje y corbata. Un saludo, Érika.